¿Escribimos?

Si quieres te invito a dar un paseo por mis sábanas,

pero te advierto que a lo mejor encuentras cosas que no son de tu agrado.

Puedo contarte mil y una historias, 

la de la chica que quería ver pirámides,

o incluso, si lo prefieres, 

la del momento en el que descubrí 

que el mundo no era ese lugar que me había imaginado.

También podemos hacer una parada 

por los sitios que me robaron pedacitos de mi historia, 

podemos recorrer el monte juntos, 

juguetear en el mar 

y quedarnos inmóviles en cualquier mirador cutre.

Si te apetece, te puedo describir cómo eran esas miradas 

que llegaron a cautivarme 

en algún momento del camino, 

pero ya te digo de antemano que podrás llegar a sentirte molesto… o no.

También te digo que si estás aquí, 

justo en este instante, 

oyendo mis pequeños relatos… 

debes considerarte afortunado.

No por el hecho de ser yo la que te narre mis absurdos desvaríos, 

sino por ser tú el valiente que decide quedarse a escucharlos.

Así que ya ves, 

conmigo es más simple de lo que imaginas:

O te conviertes en personaje, o eliges ser escritor adjunto.