Cor, cordis...

Anoche hubo guerra entre estas paredes,
ahora, con el sol de actor secundario, que pacífico está todo.

Que quieres que te diga,
nunca se me dio muy bien encontrar el término medio,
ni siquiera creo que lo haya buscado alguna vez.

Puedes preguntárselo a mis vicios obsesos,
a mi cordura en negativo.

Por dártelo todo en abril, 
me veo de lleno metida en julio.
Y es que, si te soy sincera, 
recuerdo que una vez tú y yo,
hablamos del tiempo.

He de confesar que de tus versos, 
me quedo con los que no me dedicaste.
De tus emociones, con la que se asomó a espiarnos 
al hablarme de aquel uno de enero del 94.

Y es que sí, muchas veces me da por recordar 
(con mi cor, cordis).

Puede que sea en un bar cualquiera, 
o en la terraza de tu casa con una luna subiéndose a mis piernas…

… me debes un café, no lo olvides. 

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